En ciertos países de la Commonwealth, un consejero del rey en inglés: King's Counsel —o consejero de la reina en inglés: Queen's Counsel cuando la monarca es una mujer—[1] es un eminente jurista designado por patente real.[2] El primer consejo de la reina extraordinario fue sir Francis Bacon, a quien se le dio una patente con prioridad en la Barra en 1597, y formalmente nombrado para el Consejo del rey en 1603.[3][4]
El puesto de consejero del rey es un estatus honorífico conferido por la Corona por patente real y reconocida en los tribunales.[1] Los nombramientos se realizan sobre la base del mérito y de un determinado nivel de experiencia. En general, debe haber sido por lo menos 15 años abogado (habitualmente un barrister, mas en Escocia, un advocate).[1]
En algunos países, el asesor de la reina fue sustituido por un título menos monárquico, como Senior Counsel o State Counsel.[5] En Canadá, la práctica ha hecho caer en desuso tal detalle: en Quebec y Ontario las nominaciones cesaron respectivamente en 1976 y en 1985, y a nivel federal la práctica cesó en 1993.[6]
En Inglaterra y en País de Gales, un consejero de la Reina puede portar una toga de seda de un diseño especial.[7]
En 1839, había 70 Queen's Counsel.[8] Para 1882, 187.[9] En 1897, eran 238.[8][10] En 1959, Queen's Counsel eran 181.[11] En cada uno de los cinco años hasta 1970, el número fue 208, 209, 221, 236, y 262, respectivamente.[12] Y, de 1973 a 1978, 329, 345, 370, 372, 384, y 404, respectivamente.[13] En 1989, 601.[11] Y, de 1991 a 2000, los Counsels fueron 736, 760, 797, 845, 891, 925, 974, 1006, 1043, y 1072, respectivamente.[14]